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15 signos del TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad)

Aprender sobre el TDAH te ayudará a entender por qué tú o un ser querido podéis experimentar cosas como:

  • No ser capaz de concentrarse en una tarea que se le ha encomendado, incluso desatenderla y pasar a otra cosa.
  • Le cuesta relacionarse con los demás porque interrumpe las conversaciones y se distrae con facilidad.
  • Luchar con las tareas escolares o empresariales, y a veces suspender o perder el trabajo.

¿QUÉ ES EL TDAH?

El trastorno por déficit de atención con hiperactividad es un trastorno del neurodesarrollo que afecta tanto a niños como a adultos. Cuando se diagnostica a un niño en una fase temprana de su vida, puede iniciar un tratamiento que le ayudará a tener éxito en la escuela, en sus relaciones y en su vida personal. Aunque el diagnóstico no llegue hasta la edad adulta, el tratamiento puede empezar a mejorar la situación de la persona. Es importante que reconozcas los signos del síndrome TDAH para que, si tienes dificultades, puedas someterte a una evaluación, recibir un diagnóstico y emprender el camino correcto hacia una vida más llevadera.

A continuación se enumeran algunos signos del TDAH en niños y adultos:

1. LA NECESIDAD DE ESTAR EN CONSTANTE MOVIMIENTO

Un signo común del TDAH en adultos es la necesidad de estar en constante movimiento. Tal vez sientas que tienes un motor interno que no se detiene. Si no puedes levantarte y moverte, puede que te sientas ansioso y frustrado. Es posible que camines a un ritmo acelerado, des muchos paseos, des golpecitos con los pies o las manos, cambies de asiento a menudo o te muevas en el asiento en el que estás.

2. DIFICULTAD PARA PRESTAR ATENCIÓN

Muchas personas que padecen este trastorno tienen dificultades para prestar atención. Puede que no seas capaz de prestar atención a un profesor, jefe u otro superior. Es posible que no puedas prestar atención a tus hijos. Quienes tienen dificultades para prestar atención suelen distraerse en clase y en el trabajo, lo que suele afectar a las notas y a la seguridad laboral. A menudo, los demás tampoco confían en ellos porque no se sienten escuchados.

3. HIPERACTIVIDAD

Una persona hiperactiva puede parecer que está en constante movimiento. Los niños pueden tener dificultades para permanecer sentados, a menudo se retuercen y se inquietan, y les cuesta controlarse. Todos los niños con TDAH son hiperactivos. Los adultos que padecen hiperactividad pueden parecer muy sensibles a los sonidos, las actividades, las conversaciones y las situaciones que ocurren a su alrededor. A menudo intentarán insertarse en esas actividades y conversaciones, sólo para no ser capaces de permanecer quietos durante todo el evento.

4. IMPULSIVIDAD

La impulsividad es algo que hace sospechar a muchos adultos que padecen TDAH. Puede interrumpir a los demás cuando están hablando o decir cosas socialmente inapropiadas. En el trabajo o en sus círculos sociales, puede precipitarse en sus tareas sin pensar en las consecuencias de sus actos. A veces, el simple hecho de que compres por impulso cuando no puedes permitírtelo puede indicar que debes ser evaluado.

5. COMETER ERRORES Y OMITIR DETALLES CON FRECUENCIA

Las personas con TDAH suelen pasar por alto detalles, lo que les lleva a cometer errores. Puede tratarse de saltarse una pregunta de los deberes o de omitir un paso en un proyecto profesional. Los adultos pueden tener dificultades en las relaciones porque no ven ni oyen lo que sus seres queridos les dicen o muestran, por lo que cometen errores de relación con más facilidad.

6. INCAPACIDAD PARA MANTENER UNA CONVERSACIÓN

Como van de un lado para otro y parecen estar en constante movimiento, las personas con TDAH suelen tener dificultades para mantener una conversación. Quizá se distraigan y ni siquiera escuchen, o quizá interrumpan tanto que la otra persona deje de participar en la conversación. Los niños con este síntoma a menudo tendrán que recordar que están en una conversación, así como de qué trataba la conversación.

7. INCAPACIDAD PARA COMPLETAR UNA TAREA O SEGUIR INSTRUCCIONES

En algunos casos, alguien con TDAH simplemente evitará tener que hacer una tarea porque requiere demasiado esfuerzo mental. En otros casos, puede empezar una tarea y pasar a otra antes de terminar la primera. Si sospechas que padeces este trastorno, es posible que te cueste seguir instrucciones, por mucho que intentes concentrarte.

8. DESVIARSE CON FACILIDAD

Hay mucho ruido y conmoción en el mundo, y a una persona con TDAH le resultará difícil concentrarse en algo de ello durante un periodo prolongado de tiempo. En cuanto empieza a ocurrir algo a su alrededor, se desvían con facilidad y empiezan a prestar atención a lo que se supone que no deberían estar prestando atención.

9. INCAPACIDAD PARA ORGANIZAR ACTIVIDADES O GESTIONAR EL TIEMPO

A menudo no se puede confiar en las personas con TDAH para organizar una actividad o gestionar el tiempo cuando hay una tarea importante entre manos. Como se desvían fácilmente del tema y les cuesta mantener conversaciones, la planificación y la organización simplemente no se llevan a cabo. Los niños con TDAH suelen sacar malas notas porque no saben priorizar las tareas y otros proyectos escolares.

10. LA INCAPACIDAD DE MANTENER LAS PERTENENCIAS EN ORDEN

Una persona con TDAH suele tener una casa desordenada. No es que les guste el desorden o que no quieran ser organizados, pero pasar de una tarea a otra antes de terminar la primera significa que las tareas domésticas no se hacen y las aficiones no se llevan hasta el final. Los niños con este trastorno suelen tener las habitaciones desordenadas.

11. PERDER COSAS CON FRECUENCIA

Pasar de una cosa a otra hará que la gente pierda cosas. Los niños con TDAH suelen perder sus juguetes u olvidar dónde han puesto los deberes. Puede que vuelvan a casa del colegio sin chaquetas o mochilas porque las dejaron en el lugar equivocado en el colegio y aún no han podido localizarlas.

12. OLVIDAR COSAS QUE HACES HABITUALMENTE

Entrar en una habitación y olvidar por completo por qué estás allí es algo que todo el mundo hace de vez en cuando, pero alguien con TDAH lo hará con frecuencia. Aunque riegues las plantas todas las mañanas, también es posible que te olvides cada mañana de que hay que hacerlo. Es posible que se olvide de compromisos que hizo para reunirse con amigos para comer o una cita que hizo con su pareja.

13. LA NECESIDAD DE INQUIETARSE

Muchos niños con TDAH tienen energía reprimida que necesitan sacar, y si se encuentran en una situación en la que se meten en problemas por moverse, es posible que se inquieten mucho. Es posible que observe a alguien con TDAH girando un anillo en su dedo, o sacando y haciendo girar su chicle. Los niños suelen contonearse, retorcerse, inquietarse, agitarse y rebotar en sus sillas si no se les permite resolver su necesidad de inquietarse a mayor escala.

14. LA NECESIDAD DE HABLAR RÁPIDO O SIN PARAR

Puede que se haya dado cuenta de que alguien no para de hablar. Tal vez tengas un ser querido que no para de hablar, incluso cuando le pides que pare. Tal vez tu ser querido quiera contar toda una historia, así que cuando le interrumpen, habla más rápido y más alto. Todos estos signos apuntan al TDAH.

15. LA NECESIDAD DE INTERRUMPIR A LOS DEMÁS

Sin darse cuenta, algunas personas con TDAH tienen una necesidad interna de interrumpir a los demás. Quizá sea porque buscan más atención que sus compañeros, o quizá porque se les ha ocurrido algo que encajaría en la conversación y no quieren esperar.

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En Elevate Psychiatry, contamos con un equipo de profesionales que velan por usted y sus seres queridos. Si has notado uno o más de estos signos y has empezado a preguntarte “¿Qué es el TDAH?” o necesitas saber “¿Cuándo aparecen los síntomas del TDAH?”, llámanos hoy mismo al (305) 908-1115 para concertar una cita.