Aún se desconoce la verdadera causa de la esquizofrenia, aunque las comunidades médicas y de salud mental creen que es una combinación de genética, química cerebral y factores ambientales que alteran los neurotransmisores del cerebro.
La toxoplasmosis, que procede de la bacteria Toxoplasma gondii, puede transmitirse a los seres humanos a través de la ingestión de carne cruda o poco cocinada, productos no lavados o la inhalación de polvo de arena para gatos. Sin embargo, si el gato en cuestión es un gato de interior que no come roedores, aves o carne cruda (que es como se infectan), entonces no hay prácticamente ninguna posibilidad de que se lo transmitan a sus humanos.
Una cosa que sí saben los científicos es que cuando se trata de bacterias infecciosas, existe un riesgo asociado de psicosis. Este riesgo se correlaciona con los posibles desencadenantes inflamatorios de la esquizofrenia. Sin embargo, establecer la caca de gato como causa directa de la esquizofrenia es extremadamente difícil porque los científicos no saben mucho sobre las raíces biológicas o genéticas de la enfermedad, lo que significa que no se puede determinar cómo el parásito desencadenaría la manifestación de la esquizofrenia.
Además, aunque la toxoplasmosis es muy poco frecuente aquí en los Estados Unidos, especialmente para las personas con sistemas inmunitarios sanos, también presenta síntomas en otras formas destacadas de las que preocuparse que no sean la esquizofrenia.
El consenso aquí es que correlación no es causalidad. Dicho esto, todavía no se sabe si existe una relación directa entre las cacas de gato y la esquizofrenia. Sin embargo, podemos asegurarle que su gato NO va a por usted, y mientras esté sano, la caja de arena de su gato no debería afectarle.