Telemedicina, telesalud y telepsiquiatría

Si siente que su salud mental está empeorando, no está solo. A uno de cada cinco estadounidenses se le diagnostica un trastorno de salud mental, y más de la mitad no recibe el tratamiento adecuado. Esto se debe a la escasez de asistencia de calidad y de acceso a la misma en todo el país. También está el miedo al estigma social que hace que la gente no busque tratamiento.

La comunidad de la salud mental está empezando a darse cuenta de que necesita redefinir la atención sanitaria para abordar con éxito el problema de la salud mental a escala nacional.

¿Qué es la telemedicina?

• Interactivo y síncrono, que permite a los médicos y a sus pacientes comunicarse en tiempo real sin dejar de cumplir la normativa HIPAA.
• “Store and forward”, que permite a los proveedores compartir la información del paciente con un facultativo que se encuentre en otro lugar.
• Monitorización remota de pacientes (RPM), que permite a los cuidadores a distancia monitorizar a su paciente en casa mediante dispositivos médicos móviles que controlan las constantes vitales, etc.

Sin embargo, la telemedicina no es una solución clínica virtual completa, pues aún está en sus primeras fases. Ahora mismo, la telemedicina en su forma menos compleja requiere un software seguro que cumpla la HIPAA y funciones de videollamada.

Según una encuesta realizada en 2016 por el Instituto de Investigación Sanitaria PwC, el 72 % de los pacientes de 18 a 44 años respondieron con un sí a recibir su atención de salud mental de forma virtual frente a las visitas en consulta.

El tratamiento de la salud mental se basa en la conversación, la conexión emocional y la validación, lo que convierte a la telemedicina en un factor de cambio en este campo. La telemedicina o telepsiquiatría está revolucionando la atención a la salud mental:

• Alivia la escasez de profesionales de la salud mental
• Con el auge de la telepsiquiatría, los profesionales de la salud mental pueden tratar virtualmente a pacientes que viven a cientos de kilómetros, reduciendo así la brecha entre las desventajas de la ubicación y el tratamiento disponible.
• La accesibilidad no se limita a la ubicación geográfica de una persona. La telemedicina abre la puerta al tratamiento a quienes tienen problemas de movilidad, carecen de opciones de transporte y se recuperan en casa. Mientras el paciente tenga acceso a Internet, tendrá acceso al tratamiento.

Aunque el tratamiento de la salud mental se ha normalizado, sigue habiendo un fuerte estigma asociado a él. La telepsiquiatría no desestigmatiza directamente el tratamiento de la salud mental, pero contribuye a que los pacientes se sientan más cómodos a la hora de buscar ayuda, ya que les permite recibir tratamiento desde la intimidad de su hogar, en lugar de acudir a una consulta donde podrían sentirse incómodos.

La adicción a los opiáceos está en su punto más alto, especialmente en zonas rurales con poco o ningún acceso a tratamientos de salud mental. Esto es algo que exige una mayor reforma del tratamiento de las adicciones, que se ha implantado en forma de telemedicina como medio para proporcionar los recursos necesarios a las zonas con mayores necesidades.

La telemedicina está convirtiendo el tratamiento de la salud mental en algo no sólo accesible al 100%, sino también desestigmatizado.

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