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La verdad sobre el trastorno límite de la personalidad

El trastorno límite de la personalidad (TLP) se asocia a síntomas de impulsividad, cambios de humor y patrones de inestabilidad. Estos síntomas también se asocian a otros trastornos mentales, como el trastorno bipolar, la esquizofrenia e incluso el trastorno depresivo mayor (TDM).

Aunque el trastorno límite de la personalidad puede coexistir fácilmente con cualquiera de los anteriores -y a menudo lo hace-, sigue siendo un trastorno de salud mental completo por sí solo. Por lo tanto, requiere su propio diagnóstico, así como sus propios tratamientos.

En este artículo, vamos a explorar lo que significa tener un diagnóstico de trastorno límite de la personalidad y lo que lo separa de otros trastornos de salud mental.

Siga leyendo para saber más.

 

Entender el trastorno límite de la personalidad

El trastorno límite de la personalidad es una enfermedad mental muy compleja. El TLP se caracteriza por emociones intensas e inestables, así como altos niveles de inseguridad y desconfianza en uno mismo, lo que provoca un patrón de relaciones inestables.

A un nivel más profundo, el TLP hace que la persona se sienta inestable en todos los aspectos de su vida. Desde su estado de ánimo, su forma de pensar, sus gustos y aversiones, su comportamiento, cómo ven sus relaciones y, en casos más extremos, su identidad en general. Muchas personas con TLP han descrito esta afección como el efecto de tener una terminación nerviosa expuesta, lo que significa que sufren fácilmente incluso por las cosas más insignificantes, creando una nube de confusión en su sentido del yo.

El TLP es una afección mental y corporal, cuyos síntomas comienzan a manifestarse en los primeros años de la adolescencia. Los síntomas del TLP suelen ser los siguientes:

  • Un miedo intenso al abandono, que lleva al individuo a adoptar medidas extremas para evitar cualquier tipo de separación o rechazo.
  • Un patrón o historial de relaciones inestables pero intensas. Por ejemplo, pasar de idealizar a una pareja a sentir de repente que no le importa o que es cruel en cuestión de instantes.
  • Cambios rápidos o extremos en la autoidentidad y la autoimagen. Esto incluiría el cambio de objetivos y valores o que el individuo se vea a sí mismo como “malo” o como si no existiera en absoluto.
  • Períodos frecuentes de paranoia relacionada con el estrés que provocan una pérdida de control de la realidad que puede durar desde unos minutos hasta unas horas.
  • Comportamiento impulsivo o arriesgado, como el juego excesivo, las relaciones sexuales sin protección, la conducción temeraria, las borracheras, los atracones de alcohol o comida, el consumo de sustancias, o incluso el final repentino de una relación o el abandono de un trabajo.
  • Amenaza de autolesión o suicidio, normalmente como respuesta al miedo a la separación o al rechazo.
  • Cambios intensos de humor que pueden durar de unas horas a unos días y que suelen incluir sentimientos grandiosos de felicidad, irritabilidad, ansiedad o incluso vergüenza.
  • Sentimientos persistentes de vacío o falta de sentido.
  • Tener problemas para controlar la ira, lo que se traduce en la pérdida frecuente de los estribos o en ser inapropiadamente sarcástico o rencoroso, o en tener peleas físicas.

 

Tratamiento del trastorno límite de la personalidad

Dado que el TLP no siempre aparece por sí solo, un tratamiento eficaz depende de cualquier trastorno relacionado, como la depresión, la ansiedad, el abuso de sustancias, el TEPT, etc. Por lo general, esto incluye formas de terapia cognitivo-conductual, además de la prescripción de medicamentos para ayudar a regular el estado de ánimo del individuo.

Sin embargo, a principios de la década de 1990 se desarrolló la terapia dialéctico-conductual (TDC), que desde entonces ha demostrado su eficacia en el tratamiento del TLP. La DBT es una forma de terapia cognitivo-conductual con componentes de entrenamiento en habilidades de terapia de grupo y psicoterapia individual para comprender mejor los desencadenantes del individuo y enseñarle a enfrentarse a esos desencadenantes para que pueda aprender a regular y afrontar eficazmente sus emociones.

Como puede ver, la TLP es una enfermedad grave, tanto si va acompañada de trastornos relacionados como si se presenta por sí sola. Por eso es tan importante obtener una evaluación adecuada para determinar si una persona presenta síntomas de TLP o una enfermedad mental estrechamente relacionada.

Podemos ayudarle a conseguirlo. Póngase en contacto con nosotros hoy mismo para obtener más información sobre los tratamientos que ofrecemos y cómo podemos hacer que la atención sanitaria mental sea accesible para usted o sus seres queridos.