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Perspectivas de los psicodélicos para la salud mental

El uso de psicodélicos (LSD y psilocibina) es posiblemente el avance más reciente y potencialmente prometedor para el tratamiento de los trastornos mentales que las ciencias de la salud han visto en algún tiempo. Sin embargo, a pesar del gran interés público y científico por la investigación y los estudios clínicos, en la actualidad no disponemos de una norma de atención ni de un consenso sobre cómo combinar la psicoterapia y los psicodélicos para lograr la máxima eficacia.

¿Cuál es la perspectiva de los psicodélicos como futuro de la salud mental?

Veamos lo que sabemos hasta ahora:

 

¿Qué pueden tratar potencialmente los psicodélicos?

Cada vez hay más pruebas de que los compuestos psicodélicos del LSD, la psilocibina y la MDMA tienen un gran potencial terapéutico para diversas enfermedades mentales. Esto incluiría el trastorno de ansiedad generalizada (TAG), el trastorno depresivo mayor (TDM), el trastorno de estrés postraumático (TEPT), etc.

Por ejemplo, la psilocibina, el compuesto psicoactivo de las “setas mágicas”, se encuentra actualmente en ensayos clínicos de fase II para tratar el TDM. Este compuesto es un conocido agonista de los receptores serotoninérgicos 5-HT2A del cerebro, que están directamente relacionados con la creatividad, la flexibilidad cognitiva y el aumento de la imaginación. Hasta ahora, el compuesto ha dado resultados positivos en estudios con pacientes con trastorno depresivo múltiple, reduciendo rápidamente sus síntomas al principio y manteniendo esos resultados durante un periodo de cuatro semanas.

Cuando se trata de tratar trastornos de ansiedad, como el TEPT, se ha descubierto que la “droga de las fiestas”, la MDMA, tiene una capacidad única para fomentar la aceptación y la empatía en uno mismo y en los demás. Además de elevar los niveles cerebrales de oxitocina, la MDMA también estimula la liberación de los neurotransmisores serotonina, norepinefrina y dopamina. El resultado es un mejor estado de ánimo y mayores niveles de sociabilidad.

En estudios clínicos, las imágenes cerebrales posteriores a la administración de MDMA muestran una menor activación de la amígdala, lo que a su vez reduce la “respuesta de miedo”. Esto ha permitido a los pacientes implicarse emocionalmente en la terapia sin sentirse abrumados por emociones intensas o ansiedad.

Cabe señalar que ambas formas de tratamientos psicodélicos deben ir acompañadas de formas tradicionales de terapia, así como de medicación psiquiátrica en caso necesario.

 

¿Qué ocurre después?

En estos momentos, la psicoterapia asistida con MDMA es el tratamiento psicodélico que más cerca está de recibir la aprobación de la FDA, ya que actualmente se encuentra en fase III de ensayos clínicos en pacientes con TEPT. Con la aprobación de la FDA, la psicoterapia asistida con MDMA podrá utilizarse como método de tratamiento en tan sólo dos años.

La psilocibina, por su parte, está tardando más de lo esperado en alcanzar la aprobación de la FA. El compuesto psicodélico estaba en vías de aprobación para 2021, sin embargo, los investigadores han declarado que se necesitan más ensayos clínicos para garantizar que sus efectos secundarios positivos seguirán durando más de un año. Otra limitación reside en el gobierno federal, ya que la psilocibina sigue siendo una sustancia controlada de la lista I, lo que hace más difícil obtener la aprobación de la FDA como método viable de tratamiento.

Sin embargo, con más investigaciones a largo plazo que arrojen resultados favorables, podemos esperar que la psilocibina esté en camino de ser aprobada y utilizada en los próximos tres a cinco años.

Puede que pase bastante tiempo antes de que las sustancias psicodélicas se conviertan oficialmente en métodos habituales de tratamiento de los trastornos mentales. Manténgase al día de las últimas noticias sobre salud mental visitando nuestro blog.